El ingrediente clave de esta tecnología es la lignina, un compuesto químico que se obtiene de la fabricación del papel.
Los científicos están utilizando la lignina como aislante y el polipirrol como un conductor para crear y mantener una carga eléctrica.
Gracias a la naturaleza renovable de la madera, resulta más asequible y sencillo fabricar las pilas a base de residuos de madera que de los compuestos químicos que se utilizan actualmente en la fabricación de éstas.
Aunque las baterías aún no están disponibles, los científicos están desarrollando nuevos procesos que les permitan utilizar estos residuos en diversas aplicaciones.